Ingredientes:
2 tazas de fresas frescas (lavadas y sin tallos)
1 1/2 tazas de crema para batir (nata para montar)
1 taza de leche entera
3/4 de taza de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
Instrucciones:
Coloca las fresas en una licuadora o procesador de alimentos y tritúralas hasta obtener un puré suave.
En un tazón aparte, mezcla la crema para batir, la leche, el azúcar y el extracto de vainilla. Revuelve bien hasta que el azúcar se disuelva por completo.
Agrega el puré de fresas a la mezcla de crema y leche. Mezcla nuevamente para combinar todos los ingredientes.
Cubre el tazón con la mezcla y refrigérala durante al menos 1 hora para que se enfríe por completo.
Una vez que la mezcla esté fría, transfiérela a tu máquina de hacer helados siguiendo las instrucciones del fabricante. Si no tienes una máquina de hacer helados, puedes verter la mezcla en un recipiente apto para congelador y batir con un tenedor cada 30 minutos durante unas 3-4 horas para evitar la formación de cristales de hielo, hasta obtener la consistencia deseada.
Una vez que el helado esté listo, puedes disfrutarlo de inmediato como helado suave o transferirlo a un recipiente hermético y congelarlo durante unas horas para obtener una consistencia más firme.
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